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Las Ruinas del Convento El Dulce nombre de Jesús

En Cebreros se funda en el siglo XVI el Convento “Dulce nombre de Jesús” del que a día de hoy sólo quedan sus ruinas.

El cebrereño Bachiller Francisco de Albornoz, clérigo de la villa, es el fundador de este convento el cual ya anteriormente había puesto en marcha en la localidad el antiguo hospital de pobres y enfermos. Su advocación sería a los Franciscanos Descalzos.

De su arquitectura cabe destacar que el convento fue una construcción sencilla, sobria y austera respondiendo a las características propias de la orden. Se empleó sillares de ladrillo y piedra y estaba configurado por la iglesia, las celdas de los monjes, un patio interior y las dependencias propias de un convento, es decir, cocina, cuadras, huerto, librería, estanque etc. Su ubicación es en el Valle, una zona que a día de hoy continúa en parte no urbana en la zona noreste de Cebreros.

Con el paso del tiempo he influido por el guerra napoleónica francesa finalmente el convento tiene que cerrarse, concretamente el 7 de octubre de 1834  aparece en las actas capitulares la decisión de cerrarle aunque estuvo funcionando hasta mediados del año siguiente.

De las ruinas del convento pueden observarse restos de la antigua iglesia, dos arcos laterales de los altares, así como algún muro de sillar del antiguo estanque

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